sábado, 23 de enero de 2021


 

“No hay peor ciego que el que no quiere ver”

Análisis de Libro “El Lazarillo de Tormes

 

Un héroe literario anónimo nos narra la historia de un hombre llamado Lázaro de Tormes, de padre huérfano y con una madre que al no poder mantenerlo,  lo pone al servicio del mejor postor. La historia narrada en primera persona, como si fuera una carta, destaca las cualidades de aquel niño ingenuo y pícaro; al cual, el destino le tenía preparado el papel de mozo. Para su mala fortuna, le tocó vivir en una época en la que la burguesía tenía todos los beneficios económicos, políticos y sociales; y el pueblo sufría de hambre y sumisión.

Es un ciego su primer amo, muy astuto, que con engaños sacaba ventaja de quien se le atravesara en el camino; era avariento, ambicioso y cicatero. Lazarillo, a su lado vivió peripecias y muchas carencias, pero  con él aprendió a defenderse, haciendo valer lo único que tenía, su dignidad. Su segundo amo, no estaba nada lejos de la maldad del primero, era un lobo vestido de oveja; como se dice en el lenguaje vulgar, comía santos  y cagaba diablos. Era un clérigo o sacerdote, al cual la mezquindad lo caracterizaba, en extremo. Lazarillo con él, solo experimentó hambre y sed, mucha. Era tanta la necesidad de comida de lazarillo, que le tuvo que robar a este sacerdote inhumano pizcas de pan, lo cual solo le valió un gran golpe en la cabeza y el abandono.

Un escudero de buen ver, al parecer de familia bien y poseedor de riqueza, es su tercer amo; pero la realidad era todo lo contrario, ya que la pobreza la tenía latente en su vida. Llevaba una doble vida, una de apariencias, en la cual se presentaba ante el pueblo como un caballero de buen vestir, como existían en ese entonces, pero que al llegar a su posada esa fantasía acababa hecha trizas. Lazarillo en vez de recibir pago por parte de este escudero, él le daba; se encargaba de conseguir la comida,  para calmar la falta de alimento en el estomago de ambos. De poco y de nada le sirvió ese amo, tal vez solo para darle a conocer al niño la hipocresía con la que se vivía en las grandes sociedades. Del cuarto amo que era un fraile, poco se sabe; esa parte del libro no está clara, parece ser que la santa inquisición hizo de sus fechorías para que no se diera a conocer el actuar de este. Un buldero fue su quinto amo, lazarillo cuenta que este solo se dedicaba a estafar a los pueblos, hacía negocio con las bulas papales; lo describe como el más desvergonzado y despiadado de todos su amos.

El sexto hombre al que lazarillo sirvió, fue un pintor, del cual no se conoce casi nada, solo narra que recibió malos tratos y por eso le dejó. El siguiente en la lista, fue un capellán, el cual le dio un trabajo y trato digno. Le enseñó a ese joven lazarillo un oficio que sin duda fue la pauta que le abrió  las puertas para crecer laboralmente.  Su siguiente amo, el octavo, fue un alguacil; del cual se aleja, al pensar que este hombre y su trabajo eran algo peligrosos.

Es el arcipreste de San Salvador su último amo, con el cual trabajó y en donde encontró entre las criadas de este, a la mujer que elegiría como su acompañante de vida, y a la cual amaba más que a sí mismo. Por fin, el lazarillo encuentra su felicidad y estabilidad; la mezquindad, la maldad y la soledad quedan atrás. Solo queda el aprendizaje de su vivir.

La historia ya conocida nos remonta al siglo XVI, donde la sociedad tiene una muy marcada desigualdad. El libro en sí, representa una crítica social de las clases sociales, de la corrupción de la iglesia, de las apariencias sociales; algo no muy alejado de nuestros tiempos. Temas vivos como heridas sin cicatrizar, que nos muestran el como un niño echado literalmente al viento, busca en solitario la tan anhelada felicidad.

La narración nos muestra claramente el actuar de los hombres de “dios”, que utilizando ese “poder” concedido en la jerarquía social, abusan de los creyentes y de su sufrimiento para obtener grandes ganancias y riquezas. Bien dicen que en el nombre de dios se han cometido los más grandes males en la humanidad. Fue lo anterior, lo que probablemente, ocasionó que esta novela picaresca estuviera prohibida durante muchos años en España.

 

En conclusión, el Lazarillo de Tormes nos da una muestra de lo que era y es la sociedad. De la pobreza humana, material y espiritual que existe, sin importar los siglos que pasen; y que en ocasiones nos puede parecer muy ajena, claro, dependiendo de nuestra situación, pero que no se puede ocultar.

Lazarillo, nos llama, a no darnos por vencidos; a dar siempre la mejor cara frente a la adversidad. No importando todo lo malo que nos suceda en la vida, siempre tendremos la oportunidad de  transformarlo en  algo positivo, que nos sirva en un futuro para mejorar.  Por otro lado no podemos minimizar lo que este ser, a lo largo de su caminar sufre; esos maltratos que menciona, no los debería de padecer nadie, mucho menos un niño. Aquí se hace muy visible, ahí está, ahí ha estado siempre; son la falta de empatía y la discriminación que nos impide avanzar como sociedad. Solo queda la reflexión y el análisis, para hacer el cambio o  seguir con la omisión.

Las vivencias de lazarillo seguramente siguieron, esperando que sean para bien; pero por lo pronto, para conocerlas, tendremos que esperar a que estas lleguen a Vuestra Merced.

Mientras tanto, tenemos muchos lazarillos en el mundo para acoger, y a los cuales, por lo menos moralmente socorrer.

“Cuantos debe haber en el mundo que huyen de otros porque no se ven a sí mismo” (Anónimo, cita tomada del libro “El lazarillo de Tormes” año 1553)

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https://georgezalax.blogspot.com/2021/01/no-hay-peor-ciego-que-el-que-no-quiere.html

4 comentarios:

  1. Hola compañero, tus comentarios son muy precisos y coincido en la enseñanza que deja Lázaro, como mencionas, de seguir ante la adversidad a pesar y de su dura adolescencia, el hambre y sufrimiento que vivió, observó, aprendió y buscó lo mejor para él, conoció un mendigo que le enseño a ser discreto y humilde, un cura sin escrúpulos, un escudero orgulloso, un doctor embaucador de quienes detectó prácticas que no iban con su actuar, sabemos que tenía un ideal y por su perseverancia logró. Muy nutrido y fácil de comprende tu escrito.

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  2. Muy atinado y claro en tus palabras compañero,la obra resulta demasiado cruda y realista,tanto que nos invita a realizar un examen de conciencia para visualizar aspectos de nuestra sociedad que damos por hecho pero en la que pocos tomamos actuar.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Jorge he disfrutado tu post, porque buscas resaltar la humanidad de los personajes de las obras literarias que analizaste. Como bien mencionas en tu comentario, es indiscutible que Lázaro es un claro ejemplo de resiliencia al salir avante ante tantas situaciones difíciles a las que se enfrentó desde su infancia. Por ello creo como bien mencionas, exhortar para que empecemos a desarrollar y actuar con empatía ante el sufrimiento humano, y con ello dejar de “huir” es decir, ya no perder tiempo en criticar a la sociedad por lo que no hace, sino debemos iniciar con nuestras propias acciones. ¡Felicidades!

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