“EL EMILIO” DE JEAN JAQUES ROUSSEAU
En esta
obra él nos habla sobre los métodos de la naturaleza y nos desarrolla aquí la
forma en la que se educa a un niño a lo largo de su vida, aquí el engloba
distintas formas de pensar y nos dice que la educación debe de ser divertida,
el cuerpo debe ser fortalecido al igual que la mente, la educación tiene que
ser siempre conforme a la verdad de las cosas (es decir, no debe mentir sobre la
naturaleza de las cosas y no inventar cosas fantasiosas en el niño), buscar la
manera de inspirar.
Aquí en
autor nos deja muy en claro en como la misma familia y también la sociedad es
la que influye en nuestra forma de actuar y de pensar que considero que esto es
hasta cierta edad, porque cuando se llega a la adultez nosotros ya somos
capaces de definir y tomar la propia actitud apropiada y correcta para
desenvolvernos ante los demás.
Aquí en
esta obra él nos habla y explica cómo se va desarrollando el niño desde que
nace hasta la adultez y como se va obteniendo poco a poco los conocimientos y
todos ellos son a base de la misma experiencia por la que vamos pasando día a día,
y aquí este punto me pone en total acuerdo con él, ya que en lo personal
considero que jamás debemos a un niño obligarlo a aprender cosas que aún no
corresponden a su etapa de desarrollo ya que en lugar de hacerlo un niño más
listo muchas veces se les afecta porque los hacemos saltar sus etapas de
desarrollo, todo debe ser a su debido tiempo y dejarlos como dice rousseau que vayan
conociendo y experimentando experiencias por medio de la misma naturaleza de la
vida creo que es la mejor manera de aprender.
Bien
es cierto que el ser humano no se puede aislar de la sociedad y la cultura en
la que se desarrolla, pero es posible aprovechar las ideas que presenta
Rousseau para educar a los niños y a los adultos usando su naturaleza humana de
la bondad, especialmente en una sociedad que, lamentablemente, cada día se
corrompe más y más. Nadie dijo que la tarea sería fácil, pero en la vida no
existen imposibles, Así mismo, afirma que cada espíritu tiene su forma
particular que necesita ser gobernado, lo que es indispensable aplicar en
nuestros grupos, al hacer uso de diferentes estrategias que favorezcan los
distintos estilos de aprendizaje y respeten el ritmo de cada alumno, un
elemento al que hace referencia es que no es necesario aprender todo en los
libros, debido a que el niño va grabando en su memoria lo que ve, lo que oye,
lo que observa, por lo tanto es necesario ejercitar los sentidos que serán
quienes faciliten la imaginación, la percepción y el desarrollo de la
inteligencia.
Con
relación al orden moral y su relevancia en la sociedad, no se le debe presentar
esta relación, sino hasta que por sí mismo sea capaz de comprenderla, lo que
sucederá cuando le sea útil para su edad; quizá por ello, algunos programas de
formación cívica no cumplen con los objetivos planteados, ya que los
estudiantes los ven como algo ajeno a sus intereses, algo que me parece de gran
interés es que jamás se debe hacer comparaciones con otros niños, mejor se le
debe dar a conocer los progresos que vaya obteniendo para que él compare su
propio desempeño, lo cual, lo motivará a seguir superando sus propias
limitaciones, a seguir aprendiendo y fortalecerá su autoestima.
El
ideario de Rousseau con respecto a la educación es hacer racionales las
emociones e intensificar la razón, para ello es necesario retornar a toda la
ciudadanía a la “salvaje naturaleza” donde el individuo puede llegar a se
libre, criando a los más jóvenes alejados de las sociedades corruptas y llenas
de vicios, y criándolos en entornos que faciliten su desarrollo en armonía con
su naturaleza en cada etapa. Para ello escribe esta tan interesante obra
para todos aquellos docentes o los que están en proceso de serlo siendo uno de
los libros pedagógicos que mayor trascendencia ha tenido en su época y las
posteriores. Este ideal pedagógico, en el que se destaca la importancia de la
expresión para que el niño sea equilibrado y libre pensador, justifica la
educación, no basándose en la formación libresca e intelectual, sino sobre el
respeto de las cualidades naturales, que conducirían al niño, hacia lo
verdadero. Así mismo sostiene que se debe enseñar por el interés natural del niño,
abandonando todo antes de fatigarlo y desgastar su interés; y a través de una
educación activa, que ejercite la razón, adquiriendo cada vez más ingenio para
conocer las relaciones de las cosas, conectando las ideas e inventando los
instrumentos.
Un
individuo no deja de aprender en la vida pues somos seres incompletos que
pretendemos el conocimiento para ser perfectos. Además, diseña la
educación del sentimiento para la felicidad, la educación integral y agradable
para los sentidos y destaca la importancia de la educación moral. Para
encontrar esta felicidad en algún lugar del mundo será necesario viajar y
conocer naciones y estilos de vida, no sólo estos viajes servirán para
encontrar la felicidad en algún lugar sino también para introducirle en la
sociedad propiamente dicha. Cree importante igualar a los hombres para vivir en
una sociedad justa, donde la única ley que prevalezca sea la de los derechos
humanos y por la que todos ellos deben luchar, evitando así las sociedades
clasistas y la esclavitud.
En
conclusión, Rousseau destacaba la importancia que le da este autor a la
educación como capacidad de perfeccionamiento que no debe guiar continuamente
al alumno convirtiéndolo en dócil y crédulo sino dejarle que piense por sí
mismo y acostumbrarle a ello para que en el futuro sea siempre dueño de sí
mismo, haga las cosas según la voluntad, impidiendo así que adquiera hábitos
negativos que lo conduzcan a la esclavitud, por ello defiende la necesidad de
someterse a las necesidades del hombre salvaje y no a las voluntades de los
demás. El fin de este método de enseñanza es disfrutar más de la vida y no
sufrir. Prepararles para lo bueno y lo malo. El modo en el que Rousseau
plantea el problema educativo, su forma de entender los procesos del
aprendizaje, el modo de cómo encara la relación maestro-alumno, la exigencia de
ver al niño como centro y fin de la educación, hacen de este autor, el
precursor de la educación en la época de la ilustración (siglo XVIII). Estas
ideas pedagógicas levantaron mucha polémica tanto a favor como en contra,
debido a la ideología imperante de su época y a la agitación de conciencia que
provocó por medio de las innovaciones que planteaba.
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